Todo el que valla a hacer la compra con asiduidad ha podido ver que en los últimos meses, algunos de los productos básicos para la alimentación han visto incrementado su precio de forma más o menos acusada, por lo que podemos decir que el “agujero” del bolsillo de los españoles se va haciendo cada vez más grande por lo que parece que las monedas se escapan por él.
Todas estas subidas de precios se deben a la subida del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA), el cual en la actualidad se encuentra en un 4.4% (una décima más que a finales de 2007), según fuentes del INE. Como casi siempre en economía, esta inflación viene en consecuencia con el repunte del precio del crudo.
Pero ¿en qué medidas nos afecta en los precios reales de los alimentos? Ya en el pasado año 2007 pudimos ver que a finales del mismo alimentos como la cebolla, la leche o el pollo se encarecieron un 22% y un 1.8% respectivamente, según el Ministerio. Por otro lado los productos frescos no se han visto al margen de esta subida de precios. La tasa interanual del precio de las sardinas aumentó en un 14,7%, seguida por la de los huevos (10,38%), las naranjas (9,39%) y las peras de agua (9,29%).
Por otro lado, no todo son malas noticias ya que los sueldos, en el 2008, también han aumentado un 5,15 % hasta los 600 euros mensuales de salario mínimo. ¿Pero es suficiente este incremento para hacer frente a la subida de precios? Pongamos por caso una familia de tres miembros en la que solo pueda trabajar uno de los componentes de la pareja ¿les resulta suficiente 600€ al mes para poder vivir dignamente?
Esperemos por el bien de nuestros bolsillos que la desaceleración de la economía no dure mucho (hasta finales del presente año, según el Ministerio) para de este modo poder decir, ya de verdad, que España va bien.
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